sábado, 29 de enero de 2011

Juan Pablo II evitó una guerra entre Argentina y Chile en diciembre de 1978

Argentina y Chile comparten más de 5.000 kilómetros de frontera común. Tras casi un siglo de conflicto por la soberanía de las islas Picton, Lennox y Nueva, en la zona del Canal de Beagle, estos dos países estuvieron muy cerca de comenzar una guerra en diciembre de 1978.

En aquel momento, en Chile gobernaba Augusto Pinochet, y en Argentina, Jorge Rafael Videla. Con esos gobernantes, la frontera helada del sur, habitualmente en calma y desierta, no tardó en devenir en escenario de batalla. Simulacros, envíos de tropas, cierre de fronteras, etc. Todo hacía suponer que el tiempo de la paz había cesado. La crisis había escalado poco antes cuando un tribunal internacional estableció los límites entre ambos países. Mientras Chile aceptó el laudo, Argentina lo declaró nulo y amenazó con ir a la guerra. Fue ahí que surgió la mediación de la Santa Sede. Los presidentes no podían negarse y recibieron los oficios del cardenal Antonio Samoré, enviado del papa Juan Pablo II.

La propuesta del cardenal fue aceptada por Chile pero no por Argentina. Hubo que esperar hasta 1984 cuando, ya en democracia, la iniciativa fue refrendada en una consulta popular realizada por Raúl Alfonsín, por más del 80% de argentinos, deseosos de paz tras el fracaso en la guerra contra Reino Unido por las Malvinas.

Los dos países firmaron en 1984 el Tratado de Paz y Amistad que otorgó todas las islas al sur de la isla Grande de Tierra de Fuego a Chile y las del lado norte del canal a Argentina, que renunció a sus aspiraciones en el estrecho de Magallanes. El cardenal Samoré no llegó a verlo, pues murió un año antes. Pero su nombre fue utilizado para rebautizar un bellísimo paso en la cordillera de los Andes, que conecta ambos países. El cardenal Samoré tiene además una estatua en el sur chileno.

Treinta años después, las autoridades de ambos países, dejaron constancia de su gratitud a la gestión vaticana con la colocación de la primera piedra de un monumento a Juan Pablo II en Punta Arenas.

Fuente: Web Católico de Javier


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miércoles, 26 de enero de 2011

Beatificación de Juan Pablo II: un acontecimiento sin precedentes



La beatificación de Juan Pablo II, que su sucesor presidirá en el aniversario litúrgico de su muerte, es un acontecimiento histórico sin precedentes. En realidad, es preciso remontarse al corazón de la Edad Media para encontrar ejemplos análogos, pero en contextos no comparables a la decisión de Benedicto XVI: en los últimos diez siglos ningún Papa ha elevado al honor de los altares a su inmediato predecesor.

Pietro del Morrone (que fue Celestino V) fue canonizado en 1313, menos de veinte años después de su muerte, por su tercer sucesor; más de dos siglos antes se reconoció casi inmediatamente la santidad de León IX y de Gregorio VII, que murieron respectivamente en 1054 y 1085. No por casualidad al inicio de aquel papado reformador celebrado pocos decenios más tarde en el oratorio lateranense de San Nicolás a través de la representación de algunos Pontífices contemporáneos definidos cada uno sanctus.

Sobre la sobriedad hagiográfica de la Iglesia romana –que venera como santos casi sólo a los papas de la edad más antigua– intervinieron después las modificaciones innovativas de la modernidad, con las decisiones tomadas en los últimos treinta años del siglo XIX y luego, sobre todo, con las de Pío XII y del propio Juan Pablo II. Así se reconoció el culto de algunos Pontífices medievales y fueron elevados al honor de los altares Pío X, el último Papa santo, Inocencio XI, Pío IX y Juan XXIII.

En el centro de toda causa de beatificación y canonización está exclusivamente la ejemplaridad de la vida de quien, con expresión de la Sagrada Escritura, es definido al servicio de Dios. Para asegurar a la historia –como dijo Pablo VI al anunciar la introducción de las causas de sus dos predecesores inmediatos– "el patrimonio de su herencia espiritual", más allá de "cualquier otro motivo que no sea el culto de la verdadera santidad, es decir, la gloria de Dios y la edificación de su Iglesia".
Y auténtico servidor de Dios fue Karol Wojtyla, testigo apasionado de Cristo desde su juventud hasta su último aliento. Muchísimos, incluso no católicos y no cristianos, se dieron cuenta de esto durante su vida ejemplar; esto lo documenta su testamento espiritual, escrito en varias etapas en los años de pontificado; por esto ya el 28 de abril de 2005, menos de un mes después de su muerte, su sucesor dispensó de los términos prescritos para el inicio de la causa; y por esto ha decidido presidir su beatificación: para presentar al mundo el modelo de la santidad personal de Juan Pablo II.

Giovanni Maria Vian,
Director de "L'Osservatore Romano"

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miércoles, 19 de enero de 2011

Juan Pablo II y Benedicto XVI hacen historia

ROMA, 18 Ene. 11 / 12:19 am (ACI)

Juan Pablo II y Benedicto XVI hacen historia: en 10 siglos ningún Papa beatificó a su antecesor.

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La beatificación del siervo de Dios Juan Pablo II que presidirá el Papa Benedicto XVI el próximo 1 de mayo será histórica porque en los últimos diez siglos ningún pontífice había elevado a los altares a su predecesor inmediato.

El director del diario vaticano L'Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, señala en la edición del 16 de enero que "es necesario volver hasta el corazón del medioevo para encontrar una situación análoga, pero en contexto no se puede comparar con la decisión de Benedicto XVI: en los últimos diez siglos ningún Papa ha elevado a los honores de los altares a su inmediato predecesor".

Vian explica que "Pietro del Morrone (Celestino V) fue canonizado en 1313 -menos de veinte años luego de morir- por su tercer sucesor, y más de dos siglos antes fue reconocida la santidad de León IX y de Gregorio VI, fallecidos en 1054 y 1085 respectivamente".

Tras recordar que el último Papa canonizado es San Pío X, el director de LOR recuerda que lo fundamental en toda causa de beatificación y canonización "es exclusivamente la ejemplaridad de vida de quien, con expresión escriturística, está definido para el servicio de Dios".

Como dijo Pablo VI al anunciar el inicio de la causa de sus dos predecesores inmediatos, Juan XXIII y Pío XII, esto asegura que se mantenga "el patrimonio de su heredad espiritual" al margen de "cualquier otro motivo, que no sea el culto de la verdadera santidad, es decir, la gloria de Dios y la edificación de su Iglesia".

"Y un auténtico servidor de Dios fue Karol Wojtyla, apasionado testimonio de Cristo para la juventud hasta el último suspiro. De esto, muchísimos, incluso no católicos y no cristianos, pudieron darse cuenta durante su vida ejemplar".

Por todo esto y mucho más, concluye Vian, Benedicto XVI ha decidido presidir la beatificación del Papa peregrino "para presentar al mundo el modelo de santidad personal de Juan Pablo II".

Fuente: ACI Prensa

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sábado, 15 de enero de 2011

El milagro que lleva a la beatificación de Juan Pablo II

El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha confirmado este viernes que el milagro reconocido por Benedicto XVI como atribuido a la intercesión de Juan Pablo II es la curación de Parkinson de una religiosa francesa.

Es el caso de sor Marie Simon Pierre (su nombre de bautismo es Marie-Pierre), de la Congregación de las Hermanitas de las Maternidades Católicas, nacida en 1961 en Rumilly-en-Cambrésis.

Según ha aclarado el cardenal Amato, "la enfermedad fue diagnosticada en el año 2001 por el médico que la atendía y por otros especialistas. La religiosa recibió los tratamientos paliativos que, obviamente, más que curarla, atenuaban parcialmente los dolores".

"Ante la noticia del fallecimiento del Papa Karol Woityla, que sufrió la misma enfermedad, sor Marie y sus hermanas de la congregación comenzaron a invocar al difunto pontífice para pedir la curación", ha añadido el cardenal Amato.

"El 2 de junio de 2005, cansada y oprimida por los dolores, la religiosa manifiesta a la superiora la intención de renunciar al trabajo profeional" en una maternidad de París.

"Sin embargo, la superiora le invita a confiar en la intercesión de Juan Pablo II. Al retirarse, la religiosa pasa una noche tranquila. Al despertarse, se siente curada. Desaparecen los dolores y deja de sentir la rigidez en las articulaciones".

"Era el 3 de junio de 2005, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús --recuerda el purpurado salesiano--. Interrumpe inmediatamente el tratamiento y se va a ver al médico que la atendía, quien no tuvo otra posibildiad que constatar la curación".

Si bien Benedicto XVI había concedido la licencia para no esperar los cinco años exigidos para comenzar la causa de beatificación de Juan Pablo II, el proceso ha sido sometido a todas las exigencias requeridas para cualquier otro caso.

El cardenal Amato aclara que "para honrar dignamente la memoria de este gran pontífice, la causa ha sido sometida a un escrutinio particularmente detallado, para evitar toda duda y superar toda dificultad".

La investigación diocesana sobre la curación inexplicable de la hermana Marie Simon Pierre, había sido realizada en el año 2007 por la arquidiócesis de Aix-en-Provence, donde se encuentra la maternidad en la que entonces ejercía su labor.

El postulador de la causa de beatificación de Karol Wojtyla, el sacerdote polaco monseñor Slawomir Oder, ha explicado que el caso de la hermana Marie Simon Pierre fue escogido, entre otros muchos recibidos, por dos motivos: quedó curada de la enfermedad que padeció el mismo Papa y, tras su restablecimiento, ha podido seguir entregando su vida en las maternidades a "la batalla por la dignidad de la vida", que también libro el pontífice con su magisterio y ministerio.

Fuente: Zenit.org

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jueves, 13 de enero de 2011

Juan Pablo II será beatificado el 1º de Mayo

Hace casi seis años que falleció Juan Pablo II. ¿Cuál es el estado de la causa de su beatificación y canonización?

La beatificación de Juan Pablo II está cada vez más cerca. La comisión médica de la Congregación para las Causas de los Santos y un grupo de teólogos le dieron el visto bueno al milagro atribuido a su intercesión: la inexplicable curación del mal de Parkinson de una monja francesa, Sor Marie Pierre-Simón.

Esta enfermedad le había obligado a dejar su trabajo como enfermera en el área de maternidad de un hospital de Arles, en Francia. En junio de 2005, tras haber pedido a Juan Pablo II una mejora en su enfermedad, el Parkinson desapareció totalmente.

Ahora sólo falta la ratificación por parte de los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos y la firma de Benedicto XVI. Un último paso previsto para este mes de enero.

Entonces, la esperada beatificación de Juan Pablo II será sólo una cuestión de fecha que tendrá lugar en mayo u octubre de 2011, una beatificación que reunirá a millones de personas.

Para saber más sobre esta curación y otras realizadas por Juan Pablo II,
acceda a
http://webcatolicodejavier.org/curacionesjpii.html


Noticias anteriores

En una entrevista concedida a Radio Vaticana, el Prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, Mons. Ángelo Amato, explicó algunos detalles de la causa de beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II. El Prelado indicó al comenzar la entrevista que "la causa del gran Siervo de Dios recibió una gran aceleración cuando el 9 de mayo de 2005 el Santo Padre Benedicto XVI la dispensó de los 5 años previstos para su introducción. Esto ha hecho que la causa vaya por un curso preferencial, que la hará avanzar de manera expedita".

Al contestar luego una pregunta sobre si esta situación pondría al Papa peregrino ya pronto a la beatificación, el Prefecto precisó que "tratándose de un causa de un Papa tan conocido y amado, lo expedito del asunto obliga a una gran precisión metodológica y de contenido, respetando los procedimientos previstos. Expedito no significa prisa o superficialidad, sino al contrario, implica solicitud y profesionalismo".

Al referirse luego al estado actual de la causa, Mons. Amato indicó que "como ustedes saben, el proceso diocesano concluyó felizmente en mayo de 2007. Se pudo así llevar y consignar a la Congregación de las Causas de los Santos a fines de noviembre de 2008 la llamada Positio, para el primer examen de los consultores teólogos. Superado este examen –y no podemos prever un tiempo preciso para el mismo– la causa pasará al juicio de la Sesión Ordinaria de los Cardenales y Obispos, para llegar finalmente a la decisión del Santo Padre para el decreto de Venerabilidad".

Asimismo, continuó, "el presunto milagro es sometido a procedimiento preciso, anterior al siguiente paso: el parecer de dos peritos médicos, el examen colegial de la consulta médica, el examen de los teólogos y la Sesión Ordinaria de los Cardenales y Obispos. El resultado se refiere al Santo Padre para su decisión final. Concluido este procedimiento –que repito, por respeto a la grandiosa figura del Siervo de Dios debe ser hecho de modo particularmente preciso– se podrá evaluar una eventual fecha para la beatificación".

El Prefecto dijo luego, comentando la expectativa de toda la Iglesia por el avance de esta causa, que ésta también la comparte "el Santo Padre Benedicto XVI y nuestra Congregación. Por ello procedemos con comprensible solicitud. Juan Pablo II con su existencia y con el magisterio de Sumo Pontífice sigue iluminando a la Iglesia con su grandeza. Pero sobre todo sigue inspirando en todos los fieles, sobre todo en lo jóvenes, propósitos de santidad y apostolado".

Por ello, continuó el Prelado, "la espera por su beatificación es entonces un momento propicio para promover la conversión de todos los fieles a la Buena Nueva del Evangelio de Jesús".

"Su famoso lema mariano 'Totus tuus' (Todo tuyo) sigue suscitando en nuestros corazones un seguimiento de Cristo, guiado por la mano maternal de María, la madre de la Iglesia y la madre de los santos. Que este tiempo de espera sea un tiempo de fervor espiritual, de oración y de apostolado misionero".

Los expertos prevén que Juan Pablo II será beatificado en 2011.

Material del Web Católico de Javier
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¡ÚLTIMA NOTICIA!

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El anterior Papa Juan Pablo II será beatificado el domingo 1º de Mayo de este año 2011 en ceremonia a realizarse en la Plaza San Pedro de Ciudad del Vaticano, según se informó hoy (14 de enero de 2011) ya que Benedicto XVI ha firmado en este día el decreto por el que se reconoce un milagro por la intercesión de Juan Pablo II que es lo que abre las puertas para su beatificación.

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