martes, 28 de junio de 2011

El día a día del Papa Juan Pablo II


Juan Pablo II, que marcó a la Iglesia con su incansable trabajo pastoral de muchas horas, su inagotable sentido de la oración y su entusiasmo por los jóvenes, permanecerá por siempre en la memoria de la gente.

Su día a día, durante los 26 años de vida dentro del Vaticano, lo comenzaba muy temprano de la mañana, con sus primeras oraciones y meditaciones, luego a las 7 de la mañana celebraba la misa en su capilla privada, ante la presencia de 50 huéspedes provenientes del todo el mundo, quienes requerían de una invitación de su secretario privado, monseñor Stanislaw Dziwsiz.

Una hora después se tomaba unos minutos para desayunar. Las encargadas de preparar estos alimentos eran religiosas polacas y miembros de su misma orden polaca arreglaban el apartamento del pontificio.

El Papa solía comer livianamente en el desayuno y para este, el queso y la ensalada eran sus favoritos.

A las 9 de la mañana el pontífice, en ese entonces de 82 años, se dirigía a su estudio para sostener  reuniones con sus colaboradores más cercanos y discutir la agenda del día. Finalizada la reunión, se quedaba totalmente solo y cerraban las puertas del estudio. Este era el momento de reflexión, pensamiento creativo y producción escrita.

Su gran pasión: Dios y el trabajo

Su pasión por revelar al mundo que lo más grandioso sobre la Tierra es el amor de Dios lo convirtió en misionero, en un incansable anunciador del Evangelio en todos los rincones del planeta. Convirtiendo así al mundo en su parroquia.

Para finalizar su mañana pastoral Juan Pablo II, conocido como el Papa de los récords, a las 11 de la mañana iniciaba las audiencias privadas, en estas recibía a jefes de Estado, monarcas, diplomáticos, líderes políticos, u otros huéspedes importantes.

Cada visitante de Juan Pablo II, que en repetidas veces se quedaba inmóvil rezando durante horas, se iba con el recuerdo del apretón de manos y con una foto con el Papa sonriente.

El tiempo entre las 12 de la tarde a la 1 de la tarde, antes del almuerzo, estaba reservado para las audiencias en grupo, que superaban a las 2.000 personas que se reunían en la Moderna Sala de Audiencia Pablo VI. Los días miércoles el Papa daba una audiencia general en la Plaza y en la Basílica de San Pedro. Media hora más tarde invitaba a sus huéspedes a comidas de trabajo, igual que lo hacía en algunas ocasiones en el desayuno.

El Santo Padre se concedía 30 minutos de descanso después del almuerzo y luego realizaba una hora de ejercicio físico.

A las 2 de la tarde reanudaba su trabajo en su estudio; durante este tiempo no recibía visitas, estas iniciaban hasta a las 6:30 de la tarde, era el momento de las reuniones administrativas con los oficiales de la Curia.

Cuando su reloj marcaba las 7:30 de la noche, disfrutaba de su cena, la que acompañaba de un postre polaco, su preferido. Antes de ir a la cama, se permitía media hora de lectura. Antes de retirarse, el Santo Padre rezaba las oraciones de la noche en su capilla privada. Alrededor de las 11 de la noche se apagaban las luces del apartamento del Papa.

Reina María Aguilar
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sábado, 18 de junio de 2011

Juan Pablo II y el Padre Jozo


Queremos compartir con Uds. lo que fue reportado el pasado sábado 24 de agosto de 2002, en la edición vespertina del diario de Zagreb, Vercernji List.

El encabezado señala: "Un gesto sorprendente del Vaticano. El Papa agradece al Padre Jozo por Medjugorje!" La fotografía de la portada fue tomada cuando el Santo Padre saludó al Padre Jozo en 1992, en medio de la guerra bosnia. En esa ocasión, el Papa le dijo: "¡Yo estoy con ustedes, protejan Medjugorje! ¡Protejan los mensajes de Nuestra Señora!"

El artículo del periódico muestra también al Padre Jozo en su escritorio, leyendo la carta del Papa, con un pie a la izquierda de la foto: "El Papa firmó una nota de agradecimiento al Padre Jozo Zovko." La traducción del artículo dice lo siguiente:

Siroki Brijeg - El mundialmente conocido Franciscano, Fr. Jozo Zovko, quedó más que sorprendido cuando llegaron unos peregrinos polacos para agradecerle los veintiún años de dar testimonio de las apariciones de Medjugorje, especialmente cuando le entregaron una nota de agradecimiento firmada personalmente por la mano temblorosa de su compatriota más conocido, Juan Pablo II.

De hecho, luego de retornar de Polonia, el Papa la escribió desde el Vaticano para agradecerle personalmente y enviarle su bendición apostólica al Padre Jozo Zovko. Nuestra Polonia está agradecida por cada una de sus palabras, por todo lo que Ud. ha hecho por nosotros, dijo la colaboradora del Papa, Krystyna Gregorezyk, quien personalmente le entregó la nota de agradecimiento al Padre Jozo en la iglesia de Siroki Brijeg.

Hasta ahora he recibido cientos de regalos y notas de agradecimiento, pero ninguna puede compararse con ésta. Estoy gratamente sorprendido, dijo un visiblemente conmovido Padre Jozo a nuestro periódico. "El Padre Jozo Zovko es miembro de la Provincia Franciscana de Hercegovina. Como testigo de las apariciones de Medjugorje, él se ha convertido en uno de los sacerdotes más conocidos en el mundo. Muchas tribus lo han hecho su jefe y está igualmente relacionado con muchas curaciones milagrosas. De acuerdo a una encuesta conducida por "The Daily Catholic", el Padre Jozo ha sido elegido como uno de los veintinueve Católicos del siglo."

Adjuntamos un escáner de la Bendición Apostólica de Juan Pablo II al Padre Jozo.  En el texto original en italiano de la carta del Santo Padre se lee:

Benedizione Apostolica a Padre Yozo Zovko, o.f.m. ed invoco nuova effusione di grazie e favori celesti e la continua protezione della Beata Vergine Maria" Joannes Paulus II Traducción al español: "Imparto de corazón una Bendición Apostólica particular al Padre Jozo Zovko, o.f.m. e invoco una nueva efusión de gracias y favores celestiales y la continua protección de la Bienaventurada Virgen María" Después, su firma manuscrita: Joannes Paulus II

Ahora bien, de acuerdo a lo que reportó Krystyna Gregorezyk cuando presentó el mensaje, la carta fue escrita este mes en Roma justo después del regreso del Papa de Polonia. Krystyna, quien trabaja como colaboradora del Santo Padre en el Vaticano.

En un mensaje verbal al Padre Jozo, transmitido por Krystyna, el Papa dijo también que está agradecido con él por su apostolado en favor de Medjugorje, por lo que el Padre Jozo está haciendo y ha hecho hasta ahora. El Papa dijo que estaba feliz de darle un signo de apoyo.

Krystyna dijo que el Papa estuvo muy contento durante ese desayuno y que hizo muchas preguntas sobre Medjugorje. También se puso feliz al oír los testimonios acerca de Medjugorje que los peregrinos polacos le reportaron. Por supuesto, habría que hacer mayores investigaciones sobre este suceso increíble. Sin embargo, hoy parece que ésta es la primera palabra de aliento personal escrita por el Papa, hecha pública por los medios, a un testigo de Medjugorje.

Esta sencilla carta es un documento tangible y visible del apoyo del Santo Padre y su agradecimiento de corazón y aliento que envió al Padre Jozo por medio de Krystyna. Alentamos a todos a difundir esta noticia - que el Santo Padre ha enviado una bendición tan cordial a este campeón de Medjugorje y de las apariciones de Nuestra Señora!

Artículo del diario de Zagreb “Vercernji List” reportado el 24 de agosto de 2002

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miércoles, 15 de junio de 2011

Me preguntan como reza el Papa...


Me preguntan cómo reza el Papa... Se los agradezco. Quizá convenga iniciar la contestación con lo que san Pablo escribe en la Carta a los Romanos. El apóstol entra directamente cuando dice: «El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque ni siquiera sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede con insistencia por nosotros, con gemidos inefables» (8,26).

¿Qué es la oración? Comúnmente se considera una conversación. En una conversación hay siempre un «yo» y un «tú». En este caso un Tú con la T mayúscula. La experiencia de la oración enseña que si inicialmente el «yo» parece el elemento más importante, uno se da cuenta luego de que en realidad las cosas son de otro modo.

Más importante es el Tú, porque nuestra oración parte de la iniciativa de Dios. San Pablo en la Carta a los Romanos enseña exactamente esto. Según el apóstol, la oración refleja toda la realidad creada, tiene en cierto sentido una función cósmica.

El hombre es sacerdote de toda la creación, habla en nombre de ella, pero en cuanto guiado por el Espíritu. Se debería meditar detenidamente sobre este pasaje de la Carta a los Romanos para entrar en el profundo centro de lo que es la oración. Leamos: «La creación misma espera con impaciencia la revelación de los hijos de Dios; pues fue sometida a la caducidad -no por su voluntad, sino por el querer de aquel que la ha sometido-, y fomenta la esperanza de ser también ella liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad de la gloria de los hijos de Dios.

En la oración, pues, el verdadero protagonista es Dios. El protagonista es Cristo, que constantemente libera la criatura de la esclavitud de la corrupción y la conduce hacia la libertad, para la gloria de los hijos de Dios.

Protagonista es el Espíritu Santo, que «viene en ayuda de nuestra debilidad». Nosotros empezamos a rezar con la impresión de que es una iniciativa nuestra; en cambio, es siempre una iniciativa de Dios en nosotros. Es exactamente así, como escribe san Pablo. Esta iniciativa nos reintegra en nuestra verdadera humanidad, nos reintegra en nuestra especial dignidad. Sí, nos introduce en la superior dignidad de los hijos de Dios, hijos de Dios que son lo que toda la creación espera.

Se puede y se debe rezar de varios modos, como la Biblia nos enseña con abundantes ejemplos. El Libro de los Salmos es insustituible.

Hay que rezar con «gemidos inefables» para entrar en el ritmo de las súplicas del Espíritu mismo.
Hay que implorar para obtener el perdón, integrándose en el profundo grito de Cristo Redentor (cfr. Hebreos 5,7).
Y a través de todo esto hay que proclamar la gloria. La oración siempre es un opus gloriae (obra, trabajo de gloria).

El hombre es sacerdote de la creación. Cristo ha confirmado para él una vocación y dignidad tales. La criatura realiza su opus gloriae por el mero hecho de ser lo que es, y por medio del esfuerzo de llegar a ser lo que debe ser.

También la ciencia y la técnica sirven en cierto modo al mismo fin. Sin embargo, en cuanto obras del hombre, pueden desviarse de este fin. Ese riesgo está particularmente presente en nuestra civilización que, por eso, encuentra tan difícil ser la civilización de la vida y del amor. Falta en ella el opus gloriae, que es el destino fundamental de toda criatura, y sobre todo del hombre, el cual ha sido creado para llegar a ser, en Cristo, sacerdote, profeta y rey de toda terrena criatura.

Sobre la oración se ha escrito muchísimo y, aún más, se ha experimentado en la historia del género humano, de modo especial en la historia de Israel y en la del cristianismo. El hombre alcanza la plenitud de la oración no cuando se expresa principalmente a sí mismo, sino cuando permite que en ella se haga más plenamente presente el propio Dios. Lo testimonia la historia de la oración mística en Oriente y en Occidente: san Francisco de Asís, santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz, san Ignacio de Loyola y, en Oriente, por ejemplo, san Serafín de Sarov y muchos otros.

Autor: SS Juan Pablo II
Fuente: "Cruzando el Umbral de la Esperanza"

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sábado, 11 de junio de 2011

Ven Espíritu Creador


Rezada a diario por el Papa Juan Pablo II:


Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fíeles
y llena de la divina gracia los corazones,
que Tú mismo creaste.

Tú eres nuestro Consolador,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, el dedo de la mano de Dios;
Tú, el prometido del Padre;
Tú, que pones en nuestros labios
los tesoros de tu palabra.

Enciende con tu luz nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra débil carne.

Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé Tú mismo nuestro guía,
y puestos bajo tu dirección,
evitaremos todo lo nocivo.

Por Ti conozcamos al Padre,
y también al Hijo;
y que en Ti, Espíritu de entrambos,
creamos en todo tiempo.,

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos infinitos. Amén.


V. Envía tu Espíritu y serán creados.
R. Y renovarás la faz de la tierra.

Oremos
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.


* En Enero de 1980, Juan Pablo II, hablando a un grupo de la renovación carismática dijo:

Yo desde pequeño aprendí a rezarle al Espíritu Santo. Cuando tenía 11 años, me entristecía porque se me dificultaban mucho las matemáticas. Mi padre, me mostró en un librito el Himno '"VEN CREADOR ESPIRITU"', y me dijo: Rézalo y verás que El te ayuda a comprender. Llevo más de 40 años rezando este himno todos los días y he sabido lo mucho que ayuda el Divino Espíritu.

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martes, 7 de junio de 2011

¿Y si Karol hubiera dicho "no"?


Este artículo fue escrito con relación a la beatificación de Juan Pablo II el día 1º de mayo de 2011. El autor es el Padre José María Salaverri sacerdote marianista.

Hace seis años, en esa misma plaza de San Pedro, el mundo entero despedía a uno de los hombres más influyentes de nuestro tiempo. Hoy en esa misma plaza lo aclamamos como santo. En los periódicos del mundo habrá de todo. Unos recordarán estadísticas alucinantes de ese Papa excepcional; por ejemplo: 133 países visitados, recorriendo 1.300.000 kilómetros. Otros recordarán su influencia en la caída del imperio soviético. Otros las Jornadas de la Juventud con los auténticos baños de multitudes que se dio. Otros darán la noticia en una columnita en páginas interiores. De todo habrá…

Pero nosotros el 1 de mayo recordaremos que toda esa actividad era fruto de una vida espiritual intensa, de un amor desbordante a Cristo, de una llama interior que deseaba que ese Amor fuera compartido con todos. ¡Qué bien tan inmenso ha hecho a tantas personas su entrega total! Pero esa estadística -que es la que de verdad importa- sólo la conoceremos en el cielo.

Un momento clave en su vida
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Hay un episodio en la biografía del joven polaco Karol Woytyla que da mucho que pensar. Lo resumo:

Una tarde, durante un ensayo de teatro, Karol sorprendió a todos al decirles: “Voy a ser sacerdote”. Halina K., protagonista con él en muchas obras, se quedó impresionada; le admiraba tanto y le conocía tan bien, que pensó que Karol lo tenía perfectamente meditado. La misma reacción tuvieron otros compañeros. Pero no faltaron quienes intentaron convencerle de que estaba equivocado. Tadeusz Kudlinski, fundador del grupo teatral, empezó a hablarle de la parábola de los talentos: “A ti Dios te ha dado el talento de un gran actor, y si ahora lo dejas,  estás desaprovechando ese talento que Dios te ha dado. Eso no es justo…¡ni cristiano!”. “La luz no se ha hecho para esconderla debajo del celemín, sino para que alumbre a todos…’ Y ahora tú quieres hacer todo lo contrario”.

Otro amigo le espetó: “¿Crees que vas a servir mejor a Dios metiéndote en un convento? Tu vocación es el teatro. Como actor puedes servir mucho mejor a Dios y a Polonia”. Y lo que Karol creía que iba a ser unos instantes durante los ensayos, se convirtió en el tema y debate de la tarde.

Pero Wojtila lo tenía muy claro: “En la vida de cada persona llega un día en el que se decide y se cumple su destino. Eso me ha pasado. Me siento elegido por Dios y no puedo decir que no. No me puedo negar a esta llamada porque es una llamada divina”.

Si hubiera dicho "no"...
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En el fondo los argumentos de algunos de sus amigos parecían lógicos, incluso evangélicos. Hubiera podio rendirse a ellos con cierta tranquilidad de conciencia. ¿Qué hubiera pasado? Desde luego nadie se hubiera enterado… menos el mismo Cristo que hubiera sentido tristeza como la sintió ante el joven rico. Hubiera habido otro Papa -seguro que un buen Papa- pero ¿nos damos ahora cuenta de lo que la Iglesia y el mundo hubiera perdido? ¿Qué hubiera pasado si una chica albanesa, llamada  Gonxha Agnes Bojaxhiu, hubiera dicho que le bastaba ser buena cristiana casándose y quedándose en su tierra? Nadie hubiera conocido a Teresa de Calcuta. ¿Qué hubiera pasado si Francisco de Javier no hubiera hecho caso a Iñigo de Loyola?

Me diréis que tomo ejemplos extraordinarios. Pero es lo mismo: ¿Qué hubiera pasado si yo, haciendo caso a mis miedos y angustia, no hubiera dado el paso en agosto de 1943? También algo se hubiera perdido. Evidentemente no hay comparación posible. Pero algunas personas hubieran quedado sin evangelizar, otras sin ser ayudadas en su fe… Poquitas, desde luego, pero ¿quién hubiera hecho eso poquito que yo he podido hacer? Porque la evangelización del mundo se hace a través de algunos grandes y de muchos pequeños consagrados que entregan su vida casi anónimamente. En cierta ocasión Juan Pablo II nos hizo notar que “es posible cambiar el curso de los acontecimientos: depende de cada uno de nosotros”.

"No me puedo negar..."
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Eso dijo el joven Karol ¡Menos mal! ¿No será por eso, por las mil pequeñas cobardías de los llamados, que a estas alturas después de dos mil años de cristianismo, millones de personas todavía no han oído hablar de Cristo? ¿Será por eso que nuestra pobre Europa cristiana se va alejando de sus raíces? ¡Qué responsabilidad la de cada uno!

Seamos altavoz de Juan Pablo II en su glorificación recordando este llamamiento suyo a los jóvenes:

“Jóvenes que me escucháis, dejadme repetiros lo que ya os dije en Santiago de Compostela: ¡No tengáis miedo a ser santos! Seguid a Jesucristo que es fuente de libertad y de vida. Abríos al Señor para que Él ilumine todos vuestros pasos. Que él sea vuestro tesoro más querido, y si os llamara a una intimidad mayor en la vida sacerdotal o religiosa, no cerréis vuestro corazón. La docilidad a su llamada no mermaría en nada la plenitud de vuestra vida: al contrario, la multiplicaría, la ensancharía hasta abrazar con vuestro amor los confines del mundo.”

Ese llamamiento sirve también para los que el Señor llama a la vida cristiana seglar. Los seglares son también responsables de las vocaciones de consagrados. Recordemos que fue un sastre quien ayudó a Karol a escuchar al Señor y decidirse por el sacerdocio. 

En esta tarea estamos todos implicados.

José María Salaverri sm

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