domingo, 23 de febrero de 2014

Hace 13 años Juan Pablo II creó Cardenal a Jorge Bergoglio

Este 21 de febrero se cumplieron 13 años de cuando el Beato Juan Pablo II creó Cardenal a Jorge Mario Bergoglio -uno de los 231 que creó durante sus casi 27 años de pontificado, y ese día uno de los cuarenta y cuatro nuevos cardenales- señalando que eran «los primeros cardenales creados en el nuevo milenio».

Y poniendo de relieve que «después de haber tomado en abundancia de las fuentes de la misericordia divina durante el Año santo», la mística nave de la Iglesia se aprestaba a «bogar mar adentro» de nuevo para llevar al mundo el mensaje de la salvación.

Juntos –afirmó el Papa Karol Wojtyla queremos desplegar las velas al viento del Espíritu, escudriñando los signos de los tiempos e interpretándolos a la luz del Evangelio, para responder «a los perennes interrogantes de los hombres sobre el sentido de la vida presente y futura y sobre la relación mutua entre ambas» (Gaudium et spes, 4).

Uno de los cardenales creados por Juan Pablo II fue Jorge Mario Bergoglio –hoy Papa Francisco como anunció en el Ángelus del 21 de enero de 2001, con el nombre de otros purpurados. Y el 21 de febrero de 2001, víspera de la solemnidad de la Cátedra de Pedro pronunció la solemne fórmula en latín.

Poco más de trece años después, aquel Cardenal creado por el Papa Juan Pablo II, y que ahora es el Papa Francisco, lo va a canonizar el próximo 27 de abril. Ese día Juan Pablo II y Juan XXIII serán inscriptos en el Libro de los Santos de la Iglesia Católica. Y el ahora Papa argentino, será quien presidirá esa magna celebración.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Unidos en Cristo con el ejemplo de Juan Pablo II

Juan Pablo II nos acompaña desde el Cielo y nos recuerda la importancia de la unidad de los Pastores en la fe, en la caridad, en la comunión espiritual y pastoral. Y «recen por mí para que pueda ayudar a la Iglesia en lo que el Señor quiere que la ayude», dijo el Papa Francisco al recibir cordialmente a los Obispos de Polonia, al final de su Visita ad limina apostolorum. Agradeció al presidente de la Conferencia Episcopal y a todos ellos por estos días tan hermosos y no leyó el discurso preparado, para esta ocasión, que fue entregado a los prelados, «humildemente», en lugar de leerlo «majestuosamente», como dijo él mismo antes de darles su bendición.

Familia, matrimonio, juventud, las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada y la cercanía a los pobres, fueron los ámbitos pastorales, que destacó el Obispo de Roma en el denso discurso entregado, que empieza poniendo de relieve que ya se acerca la canonización del Beato Juan Pablo II. El Papa Bergoglio hace hincapié en su luminoso ejemplo, recordando a los prelados polacos que están llamados a construir la comunión y la paz, arraigadas en el amor fraterno y en los caminos del Señor:

«Nos encontramos, podemos decir, en la víspera de la canonización del Beato Juan Pablo II. Todos tenemos en nuestro corazón a este gran Pastor, que, en todas las etapas de su misión - como sacerdote, obispo y Papa - nos ha dado un luminoso ejemplo de entrega total a Dios y a su Madre, y de total dedicación a la Iglesia y al hombre. Él nos acompaña desde el Cielo y nos recuerda cuán importante es la comunión espiritual y pastoral entre los Obispos. La unidad de los Pastores, en la fe, en la caridad, en la enseñanza y en la preocupación común por el bien de los fieles, es un punto de referencia para toda la comunidad eclesial y para cualquiera que busque una dirección segura en el camino cotidiano por la senda del Señor. ¡Nada ni nadie puede introducir divisiones entre ustedes, queridos hermanos! Están llamados a construir la comunión y la paz enraizadas en el amor fraterno, y a dar a todos un ejemplo alentador. Y, ciertamente, esta actitud será fecunda y brindará a su pueblo fiel la fuerza de la esperanza».

En lo que respecta a la pastoral familiar, ante las situaciones de dificultad, divorcio y separaciones, alentando a mejorar la preparación de los jóvenes al matrimonio y poniendo en guardia contra la mentalidad del descarte, la exhortación del Santo Padre es la de impulsar la ayuda, la escucha y el diálogo:

«Hay que preguntarse cómo ayudar a las familias a vivir y apreciar tanto los momentos de alegría como los de dolor y debilidad. Que las comunidades eclesiales sean lugares de escucha, de diálogo, de consuelo y de sostén para los esposos, en su camino conyugal y en su misión educativa. Que ellos encuentren siempre en los Pastores el sostén de auténticos padres y guías espirituales, que los protegen de las amenazas de las ideologías negativas y los ayudan a ser fuertes en Dios y en su amor».

Una vez más, el pensamiento del Papa se dirige a los jóvenes y a los ancianos, que son «la esperanza de la Iglesia», refiriéndose a la JMJ en tierra polaca, dentro de dos años:

«La perspectiva del próximo Encuentro mundial de la juventud, que tendrá lugar en Cracovia en 2016, me hace pensar en los jóvenes, que con los ancianos son la esperanza de la Iglesia. Hoy, un mundo rico de instrumentos informáticos les ofrece nuevas posibilidades de comunicación, pero al mismo tiempo reduce las relaciones interpersonales de contacto directo, de intercambio de valores y de experiencias compartidas. Sin embargo, en los corazones de los jóvenes hay un anhelo de algo más profundo, que valorice plenamente su personalidad. Hay que salir al encuentro de este anhelo. En este sentido, la catequesis ofrece amplias posibilidades. Sé que en Polonia, participa en ella la mayoría de los alumnos en las escuelas, alcanzado un conocimiento existencial de Cristo, una relación personal con Dios que es amor».

Y después de exhortar a que los jóvenes sean alentados en su entusiasmo juvenil, al servicio de la caridad, del voluntariado y de la misión, el Papa se refiere a las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, subrayando la importancia de la pastoral vocacional y de la buena preparación en los seminarios, acompañada por la formación humana y espiritual. Para luego dedicar una exhortación especial a la solicitud hacia los necesitados, perseverando en la caridad:

«Concluyo exhortándolos a la solicitud hacia los pobres. También en Polonia, a pesar del actual desarrollo económico del país, hay tantos necesitados, desempleados, personas sin hogar, enfermos, abandonados, así como muchas familias - sobre todo las más numerosas - sin medios suficientes para vivir y educar a sus hijos. ¡Estén a su lado! Sé cuánto hace la Iglesia en Polonia, en este campo, mostrando gran generosidad no sólo en su patria, sino también en otros países de todo el mundo. Les agradezco a ustedes y a sus comunidades por esta obra. Sigan alentando a sus sacerdotes, religiosos, y a todos los fieles a la ‘fantasía de la caridad’ y a practicarla siempre. Y no olviden a los que, por diversas razones salen del país y tratan de construirse una nueva vida en el extranjero. Su creciente número y sus necesidades pueden requerir más atención por parte de la Conferencia Episcopal. Acompáñenlos con un cuidado pastoral adecuado, para que puedan conservar la fe y las tradiciones religiosas del pueblo polaco».

domingo, 16 de febrero de 2014

"¿Estoy sirviendo a Dios?"

El papa Juan Pablo II pasó décadas preguntándose constantemente si valía para el cargo para el que fue llamado, según sus diarios privados publicados y que él pidió que fueran destruidos.

Juan Pablo II, que dirigió la Iglesia católica desde 1978 hasta su muerte en 2005, será convertido en santo en abril y sigue siendo para muchos católicos un modelo de fe y compromiso.

Los diarios ofrecen un atisbo sobre su vida espiritual, dando la imagen de un hombre que nunca se mostró complaciente pese a la majestuosidad de su puesto y su estatus de estrella entre muchos católicos. En su lugar, agonizó sobre si estaba haciendo lo suficiente para servir a Dios.

Sus notas manuscritas, publicadas en polaco por el momento bajo el título "Juan Pablo II: Estoy mucho en manos de Dios. Notas personales 1962-2003", son una serie de reflexiones en lugar de un diario al uso.

Aunque desempeñó un papel muy activo en la Polonia de la era comunista y como pontífice, Karol Wojtyla, nacido en el sur de ese país en 1925, apenas se refería a sus actos públicos en estas páginas.

En una nota en 1981, el entonces cardenal Wojtyla reflexionó sobre un debate teológico con otros religiosos y añadió: "La palabra de Dios. ¿Amo la palabra de Dios? ¿Vivo para ella? ¿La sirvo voluntariamente? Ayúdame, Señor, a vivir según tu palabra", se preguntó. "¿Sirvo al Espíritu Santo que vive en la Iglesia?".

En el mismo pasaje, escribió, alternando entre el latín y el polaco: "Un sacrificio puro, santo e inmaculado. Es por eso por lo que exige de sus sacerdotes que deberían tener un corazón no dividido (en referencia al celibato) y exige la pureza a los sacerdotes. Jesús, ¡ayúdame!", dijo.

Antes de su muerte, el Papa confió sus diarios al arzobispo Stanislaw Dziwisz, su secretario personal y hoy cardenal de la ciudad de Cracovia, con instrucciones para que los quemara.

En el prólogo del libro, Dziwisz indicó que no los quemó porque eran claves para entender la vida espiritual privada del pontífice.

"Muestran la otra cara de la persona a la que conocíamos como pastor del a Iglesia universal", escribió el cardenal, que fue criticado y elogiado en los círculos católicos polacos al anunciar la publicación del libro el año pasado.

El libro de 638 páginas está dominado por profundas reflexiones teológicas que muestran poco de lo que podría estar pensando o haciendo el Papa cuando las escribió.

El retrato profundiza pero no sacude su imagen pública, en contraste con los diarios póstumos de la madre Teresa, que murió en 1997 y fue beatificada por Juan Pablo II en 2003, en los que ella mostraba dudas sobre la existencia de Dios.

En sus últimos años, debilitado por la enfermedad, sus palabras se vuelven más escasas y su pulso para escribir menos firme.

El último comentario en 2003 se refiere a la historia bíblica de Jonás, al que Dios pidió que divulgara su palabra pero que en su lugar huyó. El papa, que antes de su enfermedad viajó incansablemente por el mundo divulgando el Evangelio, escribió en italiano al final de la página: "Jonás, este es el miedo de proclamar el amor de Dios".
 Por Christian Lowe

martes, 11 de febrero de 2014

Oración a la Virgen de Lourdes, Salud de los enfermos

Oh Virgen María, Salud de los enfermos,
que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario
y has permanecido junto a la Cruz en la que moría tu Hijo,
participando íntimamente de sus dolores,
acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,
para que las semillas esparcidas durante el Jubileo
sigan produciendo frutos abundantes en los años venideros.

Madre de Misericordia, con fe nos volvemos hacia Ti.
Alcánzanos de tu Hijo el que podamos volver pronto,
plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones,
para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.
Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momento
de la prueba y ayúdanos a repetir cada día Contigo nuestro "sí",
seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien más grande. 
Amén

Juan Pablo II

sábado, 8 de febrero de 2014

El Papa Francisco nombrará a Juan Pablo II patrono de las Jornadas Mundiales de la Juventud

VATICANO, 06 Feb. 14 / 04:02 pm (ACI).- 
La Santa Sede dio a conocer hoy el Mensaje del Papa Francisco a los jóvenes para la XXIX Jornada Mundial de la Juventud 2014 (JMJ), que se celebra el Domingo de Ramos en Roma. En el texto el Santo Padre señala que “después de su canonización, que es un acontecimiento que llena nuestro corazón de alegría¨, el Pontífice polaco será el gran patrono de las JMJ, de las que fue iniciador y promotor.

En este primer mensaje que el Papa Francisco dirige a los jóvenes por las JMJ, ilustra sobre los temas de las tres próximas Jornadas, dando inicio al itinerario de preparación espiritual que, a lo largo de tres años, guiará a la celebración internacional en Cracovia, en julio de 2016. La primera JMJ se celebró en Buenos Aires en 1987 con la presencia de Juan Pablo II.

El tema de este primer mensajes es “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”. Los temas de las tres próximas JMJ, tomados de las Bienaventuranzas del Evangelio, muestran cómo el Santo Padre considere este pasaje del Evangelio de Mateo un punto de referencia central para la vida de los cristianos, llamados a hacer de él un concreto programa de vida.

En este mensaje, el Papa recuerda “el extraordinario encuentro que vivimos en Río de Janeiro, en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud. ¡Fue una gran fiesta de la fe y de la fraternidad! La buena gente brasileña nos acogió con los brazos abiertos, como la imagen de Cristo Redentor que desde lo alto del Corcovado domina el magnífico panorama de la playa de Copacabana”.

“A orillas del mar, Jesús renovó su llamada a cada uno de nosotros para que nos convirtamos en sus discípulos misioneros, lo descubramos como el tesoro más precioso de nuestra vida y compartamos esta riqueza con los demás, los que están cerca y los que están lejos, hasta las extremas periferias geográficas y existenciales de nuestro tiempo”.

El Papa Francisco explica a los jóvenes lo que significa ser pobres de espíritu, entrando en la parte esencial del tema de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Jesús mismo eligió un camino de humillación y de pobreza, y el Papa dirige a los jóvenes la invitación insistente de imitarle, indicándoles el ejemplo de San Francisco de Asís. Por ello, los jóvenes cristianos están llamados a la conversión, a abrazar un estilo de vida evangélico marcado por la sobriedad, la búsqueda de lo esencial y la solidaridad concreta en relación a los pobres.

Los pobres son, así explica el Papa, por un lado “la carne que sufre” de Cristo, que todos estamos llamados a tocar personalmente, pero por otro lado podemos convertirnos en verdaderos maestros de vida, pues podemos ofrecer tanto a nivel humano y espiritual.

El Papa subraya a continuación el profundo vínculo entre el tema de la JMJ de Río: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos” y las Bienaventuranzas de los pobres de espíritu. De hecho, el Papa Francisco explica que, “la pobreza evangélica es una condición fundamental para que el Reino de Dios se difunda”, pues a menudo es de los corazones más sencillos de donde brota la auténtica alegría, que es el motor mismo de la evangelización.

El Santo Padre recuerda, por último, el trigésimo aniversario de la entrega de la Cruz del Jubileo de la Redención a los jóvenes, que se celebrará el próximo 22 de abril.

“Precisamente a partir de ese acto simbólico de Juan Pablo II comenzó la gran peregrinación juvenil que, desde entonces, continúa a través de los cinco continentes”. Y el papa Francisco anuncia a los jóvenes que, después de su canonización, que es un “acontecimiento que llena nuestro corazón de alegría”, Juan Pablo II “será el gran patrono de las JMJ, de las que fue iniciador y promotor”.

Para leer el mensaje completo, ingrese acá.