La Asunción de María
El Papa Juan Pablo II, en una de sus Catequesis sobre la Asunción,
manifestó:
"El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue
glorificado después de su muerte. En efecto, mientras para los demás hombres la
resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la
glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio" (JP II,
2-julio-97).
"Contemplando el misterio de la Asunción de la Virgen, es posible
comprender el plan de la Providencia Divina con respecto a la humanidad:
después de Cristo, Verbo encarnado, María es la primera criatura humana que
realiza el ideal escatológico, anticipando la plenitud de la felicidad,
prometida a los elegidos mediante la resurrección de los cuerpos" (JP II ,
Audiencia General del 9-julio-97).
Continúa el Papa: "María Santísima nos muestra el destino final de
quienes ‘oyen la Palabra de Dios y la cumplen' (Lc. 11, 28). Nos estimula a
elevar nuestra mirada a las alturas, donde se encuentra Cristo, sentado a la
derecha del Padre, y donde está también la humilde esclava de Nazaret, ya en la
gloria celestial" (JP II, 15-agosto-97)
Oración a la Virgen María asunta al Cielo
¡Oh Madre de la Iglesia! Ante esta humanidad que parece siempre
fascinada por lo temporal, y cuando la dominación sobre el mundo oculta la
perspectiva del destino eterno del hombre en Dios, sé tú misma un testimonio de
Dios; tú, su Madre.
¿Quién puede resistir al testimonio de una madre? Tú que has nacido para las
fatigas de esta tierra: concebida de forma inmaculada. Tú que has nacido para
la gloria del cielo: asunta al cielo.
Tú que estás vestida del sol de la insondable Divinidad, del sol de la
impenetrable Trinidad, llena del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Tú, a quien la Trinidad se da como único Dios, el Dios de la alianza y de la
redención, el Dios del comienzo y del fin. El Alfa y Omega. El Dios-Verdad. El
Dios-Amor. El Dios-Gracia. El Dios-Santidad. El Dios que lo supera todo y lo
abraza todo. El Dios que es todo en todos.
Tú que estás vestida del sol. ¡Hermana nuestra! ¡Madre nuestra! Sé el
testimonio de Dios (…) ante nosotros, hijos de Eva en el destierro. ¡Sé el
testimonio de Dios!
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.