domingo, 31 de marzo de 2024
La Virgen María en la Resurrección de Jesús
Es legítimo pensar que
verosímilmente Jesús Resucitado se apareció a su Madre en primer lugar. La
ausencia de María del grupo de las mujeres que al alba se dirigieron al
sepulcro (ver Mc 16,1; Mt 28,1), ¿no podría constituir un indicio del hecho de
que Ella ya se había encontrado con Jesús? Esta deducción quedaría confirmada
también por el dato de que las primeras testigos de la Resurrección, por
Voluntad de Jesús, fueron las mujeres, las cuales permanecieron fieles al pie
de la Cruz y, por tanto, más firmes en la fe.
domingo, 24 de marzo de 2024
Vía Crucis escrito por San Juan Pablo II
San
Juan Pablo II escribió de su puño y letra las meditaciones del Vía Crucis para
Semana Santa en ocasión del Jubileo del año 2000.
El
texto completo lo pueden leer y/o imprimir desde la siguiente dirección:
http://www.santorosario.info/Cuaresma/ViaCrucis-JuanPabloII.htm
Oración:
Señor
Jesucristo, Tú que en el momento de la agonía no has permanecido indiferente a
la suerte del hombre y con tu último respiro has confiado con Amor a la
Misericordia del Padre a los hombres y mujeres de todos los tiempos, con sus
debilidades y pecados, llénanos a nosotros y a las generaciones futuras de tu
Espíritu de Amor, para que nuestra indiferencia no haga vanos en nosotros los
frutos de tu Muerte.
A
Ti, Jesús Crucificado, Sabiduría y Poder de Dios, Honor y Gloria por los siglos
de los siglos. Amén.
San
Juan Pablo II
sábado, 16 de marzo de 2024
Oración a San Juan Pablo II
¡Oh San Juan Pablo, desde la
ventana del Cielo dónanos tu bendición! Bendice a la Iglesia, que tú has amado,
servido y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo
para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús. Bendice a los jóvenes, que han
sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto
para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.
Bendice las familias,
¡bendice cada familia! Tú advertiste el asalto de satanás contra esta preciosa
e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan
Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo entero,
todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la
guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que
seamos incansables sembradores de paz.
Oh San Juan Pablo, desde la
ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos
nosotros la bendición de Dios. Amén.
Cardenal
Ángelo Comastri
viernes, 8 de marzo de 2024
Carta de San Juan Pablo II a las mujeres
Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en
seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia
única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te
hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia
en el posterior camino de la vida.
Te doy gracias, mujer-esposa, que unes
irrevocablemente tu destino al de un hombre, mediante una relación de recíproca
entrega, al servicio de la comunión y de la vida.
Te doy gracias, mujer-hija y mujer-hermana, que
aportas al núcleo familiar y también al conjunto de la vida social las riquezas
de tu sensibilidad, intuición, generosidad y constancia.
Te doy gracias, mujer-trabajadora, que participas en
todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política,
mediante la indispensable aportación que das a la elaboración de una cultura
capaz de conciliar razón y sentimiento, a una concepción de la vida siempre
abierta al sentido del « misterio », a la edificación de estructuras económicas
y políticas más ricas de humanidad.
Te doy gracias, mujer-consagrada, que a ejemplo de
la más grande de las mujeres, la Madre de Cristo, Verbo encarnado, te abres con
docilidad y fidelidad al amor de Dios, ayudando a la Iglesia y a toda la
humanidad a vivir para Dios una respuesta «esponsal», que expresa
maravillosamente la comunión que Él quiere establecer con su criatura.
Te doy gracias, mujer… ¡Por el hecho mismo de ser
mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del
mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas.
San Juan Pablo II - 1995
domingo, 3 de marzo de 2024
San Juan Pablo II, un enamorado del Santo Rosario
San
Juan Pablo II fue un gran enamorado del Rosario. Toda la vida lo promocionó de
la mejor manera: “rezándolo” en público, en privado, en los grandes
acontecimientos, sobre todos aquellos en los que se debía, por las malas
circunstancias, invocar la paz.
Gracias
a él, hoy miles de personas rezan el Rosario con frecuencia, quizás porque ha
demostrado y enseñado cuánto hace bien tener esta buena práctica.
Lo
podemos ver en su carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, enteramente
dedicada a esta oración, y en donde agregó los “Misterios de la luz”.
“Tenemos
que redescubrir la profundidad mística encerrada en la sencillez de esta
oración, tan querida por la tradición popular”, anunció el 16 de octubre del
2002 al presentar la carta.
De esta
carta y de otras intervenciones del santo padre a los fieles, hemos extraídos
algunas de las frases más significativas sobre esta estimada oración del santo
Rosario:
“El
Rosario es la oración más sencilla a la Virgen, pero la más llena de contenidos
bíblicos”.
“Recorrer
con María las decenas del Rosario, es como ir a la escuela de María para leer a
Cristo, para penetrar sus secretos, para entender sus mensajes”.
“En el
Rosario hacemos lo que hace María, meditamos en nuestro corazón los misterios
de Cristo”.
“El Rosario
es la oración en la que, con la repetición del saludo del Ángel a María,
tratamos de sacar nuestras consideraciones sobre el misterio de la
redención partiendo de la meditación de
la Virgen”.
“En la
oración del Rosario nos unimos a la Virgen como los Apóstoles congregados en el
cenáculo después de la ascensión de Cristo”.
“La
plegaria del Rosario es oración del hombre en favor del hombre: es la oración
de la solidaridad humana, oración colegial de los redimidos, que refleja el
espíritu y las intenciones de la primera redimida: María”.
“El
Rosario es la oración que indica la perspectiva del reino de Dios y orienta a
los hombres para recibir los frutos de la redención”.
“En los
misterios del santo Rosario contemplamos y revivimos los gozos, dolores y
gloria de Cristo y su Madre Santa, que pasan a ser gozos, dolores y esperanzas
del hombre”.
“El
Rosario forma parte de la mejor y más reconocida tradición de la contemplación
cristiana”.
“El
Rosario me ha acompañado en los momentos de alegría y en los de tribulación. A
él he confiado tantas preocupaciones y en él siempre he encontrado consuelo”
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