domingo, 29 de diciembre de 2019

Oración de San Juan Pablo II a la familia


“Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, "nacido de Mujer", y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu santo. Amén”
(San Juan Pablo II)

jueves, 12 de diciembre de 2019

San Juan Pablo II y la Virgen de Guadalupe

De todos es conocida la devoción mariana que San Juan Pablo II tan intensamente experimentaba. Por ello no es extraño que varias veces se haya referido de manera específica a la Virgen de Guadalupe. Usando el registro de homilías e intervenciones papales llevado por el Vaticano, encontramos que el Papa Viajero se refirió de forma particular a Nuestra Señora de Guadalupe seis veces.

Las homilías

Cuatro de estas intervenciones han sido en las Misas que presidió en la basílica de la Virgen de Guadalupe, estas fueron en los años: 1979, 1981, 1997,1999 y 2002. En 1979 San Juan Pablo II pidió la intercesión guadalupana para que la Iglesia fuera fiel al espíritu y planteamientos de la Conferencia de Obispos llevada a cabo en Medellín (Colombia) 10 años antes.

En 1981, el cardenal secretario de Estado, Agostino Casaroli, leyó la homilía papal en la Basílica. Allí se resaltó el  aspecto maternal y evangelizador de Guadalupe, «la imagen mestiza de María que une en sí dos razas, constituye un hito histórico de creatividad connatural de una nueva cultura cristiana en un país y, paralelamente, en un continente».

En 1997, con motivo de la clausura de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos, después de exhortar a los pastores allí presentes a no olvidar su responsabilidad de anunciar el Evangelio, de hacer vida las líneas pastorales marcadas por la asamblea, desde el Vaticano expresa una sentida oración: «Haz que todos, gobernantes y súbditos, aprendan a vivir en paz, se eduquen para la paz, cumplan todo lo que exigen la justicia y el respeto de los derechos de cada hombre, para que así se consolide la paz. Escúchanos, Virgen «morenita», Madre de la Esperanza, Madre de Guadalupe»

En 1999, en el marco de la Misa conclusiva para el Sínodo de las Américas, predica una homilía en la Basílica donde expone claramente sus motivos: «he venido aquí para poner a los pies de la Virgen mestiza del Tepeyac, Estrella del Nuevo Mundo, la exhortación apostólica Ecclesia in America, que recoge las aportaciones y sugerencias pastorales de dicho Sínodo, confiando a la Madre y Reina de este Continente el futuro de su evangelización». Da un mensaje en los cuatro idiomas del continente: inglés, español, portugués y francés; termina con una oración de encomienda a la Virgen.

La homilía del 2002, es particularmente emotiva pues surge en el contexto de la canonización de Juan Diego. Allí Su Santidad describe las virtudes del mensajero de Guadalupe y hace manifiesta su solidaridad con los pueblos originarios: «deseo expresarles la cercanía de la Iglesia y del Papa hacia todos ustedes, abrazándolos con amor y animándolos a superar con esperanza las difíciles situaciones que atraviesan».

Por Omar Árcega E.
Fuente “El observador en línea”

domingo, 8 de diciembre de 2019

Solemnidad de la Inmaculada Concepción

San Juan Pablo II enseñaba lo siguiente en la Audiencia del 12 de junio de 1996: "La definición dogmática de la Inmaculada Concepción":

"...La convicción de que María fue preservada de toda mancha de pecado ya desde su concepción, hasta el punto de que ha sido llamada toda santa, se fue imponiendo progresivamente en la liturgia y en la teología. Ese desarrollo suscitó, al inicio del siglo XIX, un movimiento de peticiones en favor de una definición dogmática del privilegio de la Inmaculada Concepción."

"El Papa Pío IX, hacia la mitad de ese siglo, con el deseo de acoger esa demanda, después de haber consultado a los teólogos, pidió a los obispos su opinión acerca de la oportunidad y la posibilidad de esa definición, convocando casi un concilio por escrito. El resultado fue significativo: la inmensa mayoría de los 604 obispos respondió de forma positiva a la pregunta."

"Después de una consulta tan amplia, que pone de relieve la preocupación que tenía mi venerado predecesor por expresar, en la definición del dogma, la fe de la Iglesia, se comenzó con el mismo esmero la redacción del documento. La comisión especial de teólogos, creada por Pío IX para la certificación de la doctrina revelada, atribuyó un papel esencial a la praxis eclesial. Y este criterio influyó en la formulación del dogma, que otorgó más importancia a las expresiones de lo que se vivía en la Iglesia, de la fe y del culto del pueblo cristiano, que a las determinaciones escolásticas."

"Finalmente, en el año 1854, Pío IX, con la Bula Ineffabilis Deus, proclamó solemnemente el dogma de la Inmaculada Concepción:

«...Declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser, por tanto, firme y constantemente creída por todos los fieles»...".
Fuente: “El camino de María”

domingo, 1 de diciembre de 2019

Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Adviento

Ruega por nosotros,
Madre de la iglesia,
Virgen del Adviento,
esperanza nuestra,
de Jesús la aurora,
del cielo la puerta.

Madre de los hombres,
de la mar la estrella,
llévanos a Cristo,
danos sus promesas.

Eres, Virgen Madre,
la de gracia llena,
del Señor la esclava,
del mundo la Reina.
Alza nuestros ojos
hacia tu belleza.
     Amén.        
(San Juan Pablo II)