sábado, 10 de diciembre de 2011

Juan Pablo II, el Papa viajero, el peregrino de la paz


Durante más de un cuarto de siglo el Papa Juan Pablo II fue un mensajero permanente de la paz en el mundo. Él decía que era más fácil para el Papa peregrinar a otros países, que los peregrinos pudieran ir a Roma. Cada vez que llegaba a un país, se ponía de rodillas y besaba su suelo. Su lema era: “Dios es para todos”.

Más allá de las religiones, Juan Pablo II revolucionó los aspectos sociales y políticos del mundo, con paz y coraje, él desde su infancia supo lo que era el sufrimiento y esto lo hacía más humano. Combatió desde joven al nazismo y al comunismo, formó parte de la resistencia en la ocupación nazi a Polonia.

En 1982 llamó a la paz a la Argentina e Inglaterra por la guerra de las Islas Malvinas y llevó su mensaje personalmente viajando a los dos países. Antes también evitó la muerte de miles de jóvenes haciendo de mediador en el conflicto del Canal de Beagle entre Argentina y Chile.

Juan Pablo II tuvo mucha influencia también en la caída del comunismo y del muro de Berlín en 1990. Se involucraba en todos los conflictos, estaba atento a todo lo que pasaba en el mundo y salvó miles de vidas humanas con sus intervenciones. No estaba encerrado en una torre de marfil, era un constante peregrino de la paz.

Juan Pablo II también pidió perdón por todas las atrocidades cometidas por la humanidad y promovió el perdón con su propio ejemplo, cuando visitó y perdonó a quién atentó contra su vida, dejándole graves secuelas en su salud.

El Papa quería lograr el desarme nuclear del mundo, trató de evitar los enfrentamientos del Golfo y de Irak, la guerra de los Balcanes entre serbios y bosnios. Tal era su exigencia consigo mismo que sentía como derrotas propias todos los enfrentamientos que no podía evitar o detener.

La razón por la que Juan Pablo II no permitía el aborto, la eutanasia y la utilización de anticonceptivos era su férrea defensa de la vida; el Papa respetaba la vida humana por sobre todas las cosas y pensaba que cualquier sacrificio o esfuerzo era posible frente a la concepción de un nuevo ser.

Cuando enfermó grave, se ha rezado por su salud tanto en las Iglesias católicas y cristianas, como en las Sinagogas y Mezquitas de todo el mundo. Juan Pablo II realizó una constante búsqueda del diálogo interreligioso, basado en el principio de que Dios no puede ser objeto de discordia, Dios tiene que ser unidad para la humanidad.

Juan Pablo II en sus numerosos viajes, estuvo junto a los principales líderes de todas las religiones, defendía la fe y la unidad del mundo. Tenía una gran vocación ecuménica. Hay una palabra que define a Juan Pablo II y esa palabra es PAZ.

Juan Pablo II dejó este mundo para encontrarse cara a cara con Dios.
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