jueves, 31 de octubre de 2013

¡No tengáis miedo de ser santos!

La Jornada Mundial de la Juventud del año 2000 en Roma, fue un acontecimiento muy concurrido, en el marco de todas las grandes celebraciones que acompañaron el Jubileo del año 2000. En el centro de ese acontecimiento (JMJ 2000), estuvo la cruz de madera que Juan Pablo II entregó por primera vez a los jóvenes en la primera JMJ, invitando a los chicos y chicas «a llevarla por el mundo, como signo del amor del Señor Jesús por la humanidad y como anuncio que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención».

Dijo entonces Juan Pablo II: «Después de haber atravesado los continentes, esta Cruz ahora vuelve a Roma trayendo consigo la oración y el compromiso de millones de jóvenes que en ella han reconocido el signo simple y sagrado del amor de Dios a la humanidad».

Al dirigirse a los jóvenes, Juan Pablo II lanzó la misma invitación que hizo al comenzar su pontificado «a abrir de par en par las puertas a Cristo».

Explicaba Juan Pablo II: «Acoger a Cristo significa recibir del Padre el mandato de vivir en el amor a él y a los hermanos, sintiéndose solidarios con todos, sin ninguna discriminación; significa creer que en la historia humana, a pesar de estar marcada por el mal y por el sufrimiento, la última palabra pertenece a la vida y al amor, porque Dios vino a habitar entre nosotros para que nosotros pudiésemos vivir en Él».

Y concluía: «Jóvenes de todos los continentes ¡no tengáis miedo de ser los santos del nuevo milenio! Sed contemplativos y amantes de la oración, coherentes con vuestra fe y generosos en el servicio a los hermanos, miembros activos de la Iglesia y constructores de paz».

Beato Juan Pablo II
Roma, 11 de agosto de 2000.

domingo, 27 de octubre de 2013

Juan Pablo II y la dignidad integral del hombre

Treinta años después del atentado que casi le cuesta la vida a Juan Pablo II (13-V-1981), se hizo público el texto que había preparado para aquel día, y que nunca fue pronunciado.

Se centraba en la conmemoración del 90º aniversario de la encíclica Rerum novarum, de León XIII (15-V-1891), considerada como Carta magna de la acción social de los cristianos (y por tanto de la Doctrina Social de la Iglesia).

Juan Pablo II señalaba que aquella encíclica era “demostración irrefutable de la viva y solícita atención de la Iglesia en favor del mundo del trabajo”. Se alzaba en defensa de los oprimidos y los pobres, los humildes y los explotados, como “eco de la voz de Aquél que había proclamado bienaventurados a los pobres y los hambrientos de justicia”. Subrayaba por tanto “la misión recibida de Cristo para salvar al hombre en su dignidad integral”.

Con ese fundamento afirmaba el Papa: “La Iglesia está llamada por vocación a ser en todas partes la defensora fiel de la dignidad humana, la madre de los oprimidos y de los marginados, la Iglesia de los débiles y de los pobres”. Ella –seguía explicando– quiere no sólo cumplir un encargo del Señor, sino enseñar y vivir lo que Jesús hizo: “Quiere vivir toda la verdad contenida en las bienaventuranzas evangélicas, sobre todo, la primera, ‘Bienaventurados los pobres de espíritu’; la quiere enseñar y practicar lo mismo que hizo su Divino Fundador que vino ‘a hacer y a enseñar’ (cf. Hch 1, 1). Atención a lo que se dice, porque esta será una cuestión clave para Juan Pablo II: ser “pobres de espíritu” implica preocuparse de hecho por los pobres y los necesitados. Eso forma parte de “toda la verdad”, y por tanto de la misión evangelizadora.

Ya lo había indicado el Concilio Vaticano II al comienzo mismo de la constitución sobre la Iglesia en el mundo actual: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo” (GS 1).

Pues bien, en esa perspectiva Juan Pablo II deseaba –a partir de aquel 13 de mayo que pasó por otro motivo a la historia– “hacer cada vez más conscientes a las Iglesias locales, a los sacerdotes, religiosos y religiosas, y a los laicos, de su derecho-deber de prodigarse por el bien de cada uno de los hombres, y de ser en todo momento los defensores y los artífices de la auténtica justicia en el mundo”. Con otras palabras: “Volver a afirmar la importancia de la enseñanza social como parte integrante de la concepción cristiana de la vida”.

Foro Juan Pablo II

domingo, 20 de octubre de 2013

Presentan en Roma la película "El párroco Wojtyla en Niegowić"

CIUDAD DEL VATICANO, 19 de octubre de 2013 (Zenit.org)

La película "El Párroco Wojtyla en Niegowić” se ha presentado este jueves en Roma.  La historia cuenta la vida del joven don Karol en la ciudad polaca Niegowić, cercana a Cracovia, donde desarrolló su primer encargo como vice párroco, desde julio de 1948 hasta agosto de 1949. La película ha estado escrita, dirigida y producida por monseñor Jaroslaw Cielecki, director y fundador de Vatican Service News, periodista y director de documentales, a menudo junto al beato en numerosos viajes por el mundo.

Realizada en vista de la próxima canonización de Juan Pablo II, el 27 de abril de 2014, la obra cinematográfica se basa en el libro de monseñor Cielecki, una especie de biografía no oficial, la única leída y aprobada en vida por el mismo Wojtyla.

La vida de don Karol se narra a través de los recuerdos de Leucadia (Eleonora Mardosz), mujer de 87 años que asistía en la parroquia de Niegowić, que atravesaba el campo polaco en autobús, desde Cracovia. Son precisamente los recuerdos de la mujer y las anécdotas de la vida cotidiana contadas por ellas que marcan el perfil del joven vice párroco, en las que se pueden ya ver los aspectos de la personalidad del futuro pontífice que el mundo amó y no ha olvidado nunca. El largometraje es, por tanto, una ocasión para conocer más de cerca algunas partes inéditas de Juan Pablo II.

Filmado por completo en Polonia, entre Wadowice, Pierzchow, Gdów, Kaly y Niegowić, en diferentes momentos de la película aparecen objetos que realmente pertenecieron a Wojtyla, como por ejemplo la estola y el alba que el actor protagonista, Karol Dudek, lleva durante la escena del matrimonio grabada en la iglesia de madera de Metkow, donde el beato celebraba misa.

La banda sonora, editada por musicali BixioSam, está formada por músicas originales de Giulio del Prato. El estreno será el 4 de noviembre de 2013, en el Teatro Grotteska de Cracovia.

miércoles, 9 de octubre de 2013

El Espíritu Santo lo sabía...

Emociona verles juntos. Ellos ignoraban el futuro. Muy pocos han recibido esta foto. Disfrútenla. En ese entonces, el Sumo Pontífice era Juan Pablo II. En la imagen histórica, junto a quienes le sucedieron como líderes de la Iglesia Católica: Benedicto XVI primero, y Francisco después, el actual Pastor.

Juan Pablo II

De nombre secular Karol Józef Wojtyła1 (Wadowice, Polonia, 18 de mayo de 1920 – Ciudad del Vaticano, 2 de abril de 2005), fue el 264º papa de la Iglesia Católica y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano desde el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte en 2005.

Tras haber sido obispo auxiliar (desde 1958) y arzobispo de Cracovia (desde 1962), se convirtió en el primer papa polaco de la historia, y en el primero no italiano desde 1523. Su pontificado de casi 27 años fue el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica, después del de San Pedro, (se cree que entre 34 y 37 años, aunque su duración exacta es difícil de determinar), y el de Pío IX (31 años).

Juan Pablo II fue aclamado como uno de los líderes más influyentes del siglo XX, recordado especialmente por ser uno de los principales símbolos del anticomunismo, y por su lucha contra la expansión del marxismo por lugares como Iberoamérica, donde combatió enérgicamente al movimiento conocido como la teología de la liberación, con la ayuda de su mano derecha y a la postre sucesor, Joseph Ratzinger.

Jugó asimismo un papel decisivo para poner fin al comunismo en su Polonia natal y, finalmente, en toda Europa, así como para la mejora significativa de las relaciones de la Iglesia católica con el judaísmo, el islam, la Iglesia ortodoxa oriental, y la Comunión Anglicana.

Entre los hechos más notorios de su pontificado destacó el intento de asesinato que sufrió el 13 de mayo de 1981, mientras saludaba a los fieles en la Plaza de San Pedro, a manos de Mehmet Ali Agca, quien le disparó a escasa distancia entre la multitud. Tiempo después el terrorista fue perdonado públicamente por el pontífice en persona. A este se sumó otro atentado ocurrido en Fátima en la noche del 12 al 13 de mayo de 1982 a manos del sacerdote ultraconservador Juan María Fernández Krohn, hecho que no trascendió hasta después de la muerte del pontífice.

Fue uno de los líderes mundiales más viajeros de la historia, visitó 129 países durante su pontificado, hablando además los idiomas siguientes: italiano, francés, alemán, inglés, español, portugués, ucraniano, ruso, croata, esperanto, griego antiguo y latín, así como su natal polaco. Como parte de su especial énfasis en la llamada universal a la santidad, beatificó a 1340 personas y canonizó a 483 santos, más que la cifra sumada de sus predecesores en los últimos cinco siglos. El 19 de diciembre de 2009, Juan Pablo II fue proclamado venerable por su sucesor, el papa Benedicto XVI, quien posteriormente presidió la ceremonia de su beatificación el 1 de mayo de 2011.

El 5 de julio de 2013 el papa Francisco firmó el decreto que autorizaba la canonización de Juan Pablo II, que será llevada a cabo el 27 de abril de 2014 (domingo de la Divina Misericordia).

Benedicto XVI

De nombre secular Joseph Aloisius Ratzinger (Marktl am Inn, Baviera, Alemania, 16 de abril de 1927), actual papa emérito, fue el sumo pontífice número 265 de la Iglesia católica y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano. Resultó elegido el 19 de abril de 2005, tras el fallecimiento de Juan Pablo II, por los cardenales que votaron en el cónclave.

El 28 de febrero de 2013 se retiró y asumió el título de papa emérito, con la intención de dedicarse a la oración y el retiro espiritual. Su renuncia fue anunciada por él mismo días antes, el 11 de febrero, una decisión excepcional en la historia del papado. Si bien el sumo pontífice dimisionario más próximo fue Gregorio XII (1415), el precedente de Celestino V (1294) es el único del que puede asegurarse que fue de forma libre y voluntaria.

Casi dos semanas después de retirarse de la Ciudad del Vaticano, 115 cardenales eligieron en el cónclave de 2013 al argentino Jorge Mario Bergoglio, quien asumió el cargo con el nombre de Francisco.

Francisco

De nombre secular Jorge Mario Bergoglio (Buenos Aires, 17 de diciembre de 1936) es el 266º y actual papa de la Iglesia católica. Como tal, es el jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano. Tras la renuncia al cargo de Benedicto XVI, fue elegido el 13 de marzo de 2013 en la quinta votación efectuada durante el segundo día de cónclave.

De ascendencia italiana, Bergoglio trabajó brevemente como técnico químico antes de entrar al seminario como novicio de la Compañía de Jesús. Fue ordenado sacerdote en 1969. De 1973 a 1979 se desempeñó como superior provincial de los jesuitas en la Argentina. Desde 1980 hasta 1986 fue rector del Colegio Máximo y de la Facultad de Filosofía y Teología de San Miguel. Luego de un breve paso por Alemania y por Buenos Aires, se radicó en Córdoba durante seis años.

Su espiritualidad y carácter llamaron la atención del cardenal Antonio Quarracino, y el 20 de mayo de 1992 Juan Pablo II designó a Bergoglio obispo titular de la Diócesis de Oca y uno de los cuatro obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Buenos Aires. Luego de desempeñarse como vicario general de Quarracino, el 3 de junio de 1997 fue designado arzobispo coadjutor de Buenos Aires con derecho a sucesión, por lo que ocupó el cargo de su mentor en el episcopado tras su muerte, el 28 de febrero de 1998.

El papa Juan Pablo II creó a Bergoglio cardenal presbítero de San Roberto Belarmino el 21 de febrero de 2001. Tras la muerte de Juan Pablo II el 2 de abril de 2005, fue considerado como uno de los candidatos para ocupar el lugar del sumo pontífice, cargo para el que fue elegido finalmente Joseph Ratzinger, quien adoptó el nombre papal de Benedicto XVI.

Bergoglio fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos períodos consecutivos, desde noviembre de 2005 hasta noviembre de 2011. Impedido por los estatutos de asumir un nuevo mandato, durante la 102ª asamblea plenaria de ese organismo se eligió al arzobispo de la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, José María Arancedo, para sucederlo.

El 13 de marzo de 2013, el cónclave que se celebró tras la renuncia de Benedicto XVI eligió como papa a Jorge Mario Bergoglio, quien manifestó su voluntad de ser conocido como 'Francisco' en honor del santo de Asís. Bergoglio es el primer papa de formación jesuita y el primero proveniente del Hemisferio sur. Es el primer pontífice originario del continente americano, el primer hispano desde Alejandro VI —muerto en 1503— y el primero no europeo desde el sirio Gregorio III —quien falleciera en 741—.

Además de su español natal, Francisco habla fluidamente latín, italiano, alemán, francés e inglés. Conocido por su actitud de humildad, su preocupación por los pobres, marginados y sufrientes de distinta extracción, y su compromiso de diálogo con personas de diferentes orígenes y credos, Francisco mostró una variedad de gestos pastorales indicativos de sencillez, entre los que se incluyen su decisión de residir en la casa de huéspedes del Vaticano en lugar de la residencia papal usada por sus antecesores desde 1903. En 2013, la revista Time lo consideró una de las cien personas más influyentes, incluyéndolo en el grupo de los «líderes».

Fuente: Foro Juan Pablo II

sábado, 5 de octubre de 2013

Convertido por el testimonio de Juan Pablo II

Durante años redactó artículos en los que analizaba la actualidad parlamentaria y educativa de su país. Marco Tosatti trabajaba así desde 1970 en el periódico italiano La Stampa, cuando su nombre fue sondeado para cubrir las actividades en el Vaticano. “Me dije: "¿Por qué no?" Era un mundo que no trataba desde hacía tiempo, y era un desafío volver a estudiarlo".

Hijo del malogrado periodista deportivo Renato Tosatti, -fallecido en 1949 en la catástrofe aérea de Superga, en Turín-, Marco creció sin estímulos paternos. En términos espirituales, sus únicas nociones de la religión católica habían sido gracias a las enseñanzas de su madre, que habían perdurado hasta los 12 años, edad en que dejó de ser monaguillo en las misas. Durante la adolescencia se distanció de forma radical de la Iglesia y de la fe. "Llegué a ser una persona sustancialmente antirreligiosa", declara.

Sus primeros contactos

Ceñido a sus estructurados conceptos agnósticos, comienza en 1981 a cubrir la intensa bitácora de viajes y actividades del pronto santo Juan Pablo II. Lo hacía, dice, “bajo un prisma muy laico. Aunque no era creyente, me interesaba la espiritualidad en sentido amplio, especialmente las religiones orientales y el Islam”. Para qué decir si sentía algún afecto hacia el Papa… “Era una relación estrictamente profesional”.

Viaje tras viaje y sin buscarlo, Marco se impresionó por la forma de rezar del Papa. “Me di cuenta –reconoce- que era un ser de una humanidad extraordinaria y gran inteligencia. Su trayectoria no era en absoluto clerical, pues ¡era un actor de teatro! que había desembarcado en la fe”.

"Me volví a la oración"

Impresionado, el periodista que se resistía creer, sucumbió ante lo que acontecía frente a sus ojos. “Cuando le observaba, me daba cuenta de que su fe era como la de un niño, muy sencilla, incluso algo candorosa. Desde entonces, me volví a la oración”.

Una conversión fundada en la Resurrección del Señor

Feliz y atraído por el testimonio del Papa, se despertó en Marco el interés por saber más, no quería solamente informar. “Este era un tipo de estudio que nunca había experimentado. Cuanto más leía la historia del cristianismo, más me daba cuenta de que nuestra fe no es genérica, sino que está vinculada a hechos históricos y a creer no sólo en Dios, sino también en los testimonios de los que han pagado y siguen pagando por su fe”.

"El misterio de la resurrección"

La misericordia que descubrió en Jesús, le permitió volver a sentirse abrazado, al igual que Pedro. “El hecho sociológico que más me ha impactado fue cuando uno de los apóstoles -el que más tarde lideraría la Iglesia-, traicionó a Jesús en el momento más crítico. Y, poco tiempo después, él y los demás estaban dispuestos a morir por decir que le habían visto resucitar”.

Gracias al misterio de la Resurrección, afirma, pudo entender su conversión. “Es el punto central de nuestra fe porque a Dios se le puede creer por lo que demostró. Es decir, por morir y resucitar. Sólo después de ver esto, sucede algo en la cabeza y en el corazón, pues históricamente es inexplicable”.

Hoy, con 66 años, acumula una serie de anécdotas de sus viajes junto a los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. Se ha transformado en uno de los vaticanistas más destacados, escribiendo sobre 15 libros que relacionan historia y religión. Su testimonio que Portaluz difunde fue publicada en el libro “Nuevos cristianos de Europa”, escrito por el periodista Lorenzo Fazzini en el año 2010. En él Tosatti asume que su conversión “aún sigue, porque mi fe no está desprovista de dudas. Es una paradoja algo extraña, porque ahora me parece tan evidente tener que creer en algo”

Foro Juan Pablo II

martes, 1 de octubre de 2013

Confirman fecha de Canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII

El papa polaco Juan Pablo II y el italiano Juan XXIII serán canonizados el próximo 27 de abril, y serán, junto a Pío X, dos de los tres pontífices proclamados santos en los últimos cien años, anunció este lunes el papa Francisco en latín.

Francisco confirmó durante el consistorio celebrado junto con los cardenales, que Karol Wojtyla y Ángelo Giuseppe Roncalli serán declarados santos. Se trata de dos figuras importantes de la Iglesia católica, que fueron papas entre 1978 y 2005 y entre 1958 y 1963, respectivamente.

La fecha de esta doble canonización, que corresponde al primer domingo después de las celebraciones de la Semana Santa, ya se filtró hace varias semanas. El 27 de abril de 2014 es la fiesta de la Divina Misericordia, establecida por el papa Wojtyla tras hacer santa en el año 2000 a la monja polaca Faustina Kowalska, conocida como la santa Teresa de Jesús polaca.

El camino hacia la santidad tiene varios escalones. En los casos más tradicionales, primero es necesario ser nombrado Venerable Siervo de Dios, el título que se da tras la muerte a quien se le reconoce haber vivido "las virtudes de manera heroica".

Después, se realiza una suerte de "juicio" que reconozca un milagro para ser proclamado beato y después otro para la canonización, aunque el Papa puede saltarse alguno de estos pasos, como ocurrió en el caso de Juan XXIII.

La canonización del papa polaco ha llegado en tiempo récord, canonizado tan solo nueve años después de su muerte, pero ha seguido todos los pasos marcados por la Iglesia. Es que la subida a los altares de Juan Pablo II, cuyo papado duró casi 27 años, fue casi por aclamación popular tras el "santo súbito" (santo ya) que resonó durante días en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

En mayo de 2011, la Congregación para las Causas, el organismo del Vaticano que evalúa a los candidatos a la santidad, consideró como primer milagro el caso de la monja francesa y enfermera Marie Simon Pierre, de 51 años, quien según la comisión médica se curó de manera inexplicable de la enfermedad de Parkinson.

En cuanto a Juan XXIII, el papa Francisco, que en sus seis meses de pontificado ha resaltado en numerosas ocasiones la figura del "Papa Bueno", sorprendió el 5 de julio pasado al anunciar que lo proclamará santo sin esperar ese milagro, en una decisión inédita.

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, afirmó que Francisco, en el caso de Juan XXIII, no tiene dudas de su santidad. "Conocemos todos las virtudes y la personalidad del papa Roncalli, no es necesario explicar los motivos de su santidad", dijo Lombardi, que precisó que ello no quiere decir que a partir de ahora todos los beatos sean canonizados sin un segundo milagro.

La santificación de Juan Pablo II y Juan XXIII se produce en el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, convocado por Roncalli para abrir la Iglesia al mundo y a los humildes.

Podría asistir Benedicto XVI

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, anunció que el Obispo Emérito de Roma, Benedicto XVI, podría participar en la ceremonia de canonización de los Beatos Juan Pablo II y Juan XXIII. Durante la conferencia de prensa celebrada en el Vaticano, el P. Lombardi indicó que no está excluida la participación del Obispo Emérito de Roma, porque "no hay motivo legal o doctrinal por el que Benedicto XVI no pueda participar en una ceremonia pública".

Agencias EFE y AFP - ACI/EWTN Noticias