Don Bosco, padre y maestro de la juventud
El 24 de enero de 1989, el Papa Juan
Pablo II, ahora Santo, proclamó a Don Bosco como “Padre y Maestro de la
Juventud”, a continuación te compartimos la carta que envió su Santidad al
entonces Rector Mayor de la Congregación Salesiana, don Egidio Viganò.
Querido Egidio Viganò
Rector Mayor de la Sociedad Salesiana de San
Juan Bosco:
Está a punto de concluir el año del
centenario de la muerte de San Juan Bosco, fundador de esta Sociedad, y mi
mente está abierta a muchas memorias y recuerdos de los principales momentos de
celebración, que han marcado.
Hubo muchas reuniones con los jóvenes alumnos
de las escuelas salesianas de todo el mundo; pero es especialmente viva en mi
memoria que me hizo la peregrinación a los lugares de su fundador, visitados
con la intención y los sentimientos de agradecimiento a Dios, por haber dado a
la Iglesia un educador tan distinguido. Ya a principios de este año jubilar,
dirigí una carta, para poner de relieve la misión y el carisma particular de
Don Bosco y sus hijos espirituales en el arte de la formación de los jóvenes, y
también he recomendado a todos los que trabajan con los jóvenes a seguir
fielmente los caminos trazados por él, adaptándose a las necesidades y
características de nuestro tiempo.
Los problemas de la juventud hoy en día, de
hecho, confirman la pertinencia actual de los principios del método de
enseñanza, ideadas por San Juan Bosco que se centró en la importancia de la
prevención en los jóvenes el aumento de las experiencias negativas, la
educación positiva con valiosas propuestas y ejemplos de aprovechar la libertad
interior a los que están dotados, para establecer con ellos relaciones de
auténtica familiaridad, y estimular las capacidades nativas, basada en la
razón, la religión y la bondad.
Es mi deseo que los frutos de este año
conmemorativo duren mucho tiempo tanto en la Sociedad Salesiana como en la
Iglesia universal que, en Don Bosco ha reconocido y reconoce un modelo ejemplar
de un apóstol de los jóvenes. Por lo tanto, incluso si se acepta el voto de
muchos hermanos en el episcopado, a los sacerdotes salesianos y las Hijas de
María Auxiliadora, de sus antiguos alumnos y muchos de los fieles, en virtud de
lo mencionado, es mi deseo proclamar a San Juan Bosco, padre y maestro de la
juventud, estableciendo que por este título sea honrado e invocado, sobre todo
por sus hijos espirituales.
Confiando en que mi decisión ayudará a
promover cada vez más el culto del santo amado e inspirará a muchos imitadores
de su celo como educador, imparto a usted, a sus hermanos ya toda la Familia
Salesiana la Bendición Apostólica.
Desde el Vaticano, 24 de enero –la memoria de
San Francisco de Sales– año 1989, undécimo de mi Pontificado.
JUAN PABLO PP. II
1 comentario:
Gracias sembrador, por compartir este hermoso artículo. Hoy mi corazón salesiano está de fiesta.
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