«Este es mi Hijo
amado,en quien tengo mi complacencia; escuchadlo»(Mt.17, 5)
La invitación que el Padre dirige a los discípulos,
testigos privilegiados del extraordinario acontecimiento de la Transfiguración,
resuena de nuevo hoy para nosotros y para toda la Iglesia. Como Pedro, Santiago
y Juan, también nosotros estamos invitados a subir al monte Tabor junto con
Jesús y a quedar fascinados por el resplandor de su gloria. En este segundo
domingo de Cuaresma contemplamos a Cristo envuelto en luz, en compañía de los
autorizados portavoces del Antiguo Testamento, Moisés y Elías. A él le
renovamos nuestra adhesión personal: es el «Hijo amado» del Padre.
Escuchadlo. Esta apremiante exhortación nos impulsa a
intensificar el camino cuaresmal. Es una invitación a dejar que la luz de
Cristo ilumine nuestra vida y nos comunique la fuerza para anunciar y
testimoniar el Evangelio a nuestros hermanos. Como bien sabemos, es un
compromiso que implica a veces muchas dificultades y sufrimientos.
La experiencia de la transfiguración de Jesús prepara a
los Apóstoles para afrontar los dramáticos acontecimientos del Calvario,
presentándoles anticipadamente lo que será la plena y definitiva revelación de
la gloria del Maestro en el misterio pascual. Al meditar en esta página
evangélica, nos preparamos para revivir también nosotros los acontecimientos
decisivos de la muerte y resurrección del Señor, siguiéndolo por el camino de
la cruz para llegar a la luz y a la gloria. En efecto, «sólo por la pasión podemos
llegar con él al triunfo de la resurrección».
¿No es verdad que, precisamente por conocer a Cristo, su
persona, su amor y su verdad, cuantos lo experimentan personalmente sienten un
deseo irresistible de anunciarlo a todos, de evangelizar y de guiar también a
los demás al descubrimiento de la fe? Os deseo de corazón a cada uno que este
anhelo de Cristo, fuente de auténtico espíritu misionero, os anime cada vez
más.
-Homilía del Papa San Juan Pablo II en el Segundo Domingo de
Cuaresma, 28 de Febrero de 1999-
No hay comentarios:
Publicar un comentario