El Padre Pío de
Pietrelcina y Juan Pablo II (Karol Wojtyla) han sido dos enormes santos de
nuestro tiempo. Ambos vivieron durante el siglo XX, y en algún momento sus
vidas “se cruzaron” de manera providencial:
Cuando Karol
Wojtyla era un sacerdote en su nativa Polonia, cada vez que visitaba a Italia
viajaba a San Giovanni Rotondo para confesarse con el Padre Pío. En una de esas
ocasiones, el Padre Pío pareció entrar en un breve trance y le dijo: "Vas
a ser Papa"… y continuó: "También veo sangre... Vas a ser Papa y veo
sangre".
Ciertamente
todos sabemos que en octubre de 1978 Karol pasó a ser el papa Juan Pablo II. Y recordamos
también que el 13 de mayo de 1981, ocurrió el atentado contra aquel mismo
sacerdote polaco, ahora S.S. Juan Pablo II.
La sangre fue
derramada ese día en la plaza del Vaticano. El mensaje del Padre Pío coincide
con el mensaje de la tercera parte del secreto de Fátima aunque este era aún
secreto cuando ocurrió la profecía.
Para aumentar
este vínculo celestial entre ambos santos, fue el propio papa Juan Pablo II el
que beatificó al Padre Pío el 2 de mayo de 1999, y luego lo canonizó el 16 de
junio de 2002.
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