Este año se cumple el 30º aniversario de
una de las iniciativas más proféticas del San Juan Pablo II: el Primer Encuentro Interreligioso de Oración
por la Paz, al que asistieron representantes de las principales religiones
del mundo entero. Se celebró en la ciudad de Asís en octubre de 1986.
Por ese motivo el Papa Francisco ha
convocado nuevamente a todas las religiones en el día de hoy (20 de Setiembre
de 2016) a la Jornada Mundial por la Paz.
El “Espíritu
de Asís” es un impulso a la reunión que inauguró el Papa Juan Pablo II el
27 de octubre de 1986 en el Encuentro Interreligioso celebrado en la ciudad de
Asís, cuando respondiendo a su llamada rezaron y ayunaron juntos ciento
cincuenta representantes de las doce principales religiones del mundo inspirado
en el Hermano Francisco. Una propuesta para recorrer caminos de encuentro, de
diálogo y amistad, primeramente con cristianos de diversas denominaciones y
luego con todos los creyentes en Dios.
El movimiento ecuménico al que ya la
Iglesia Católica se fue incorporando antes del Vaticano II, recibió un impulso
decisivo por parte de este Concilio con el decreto Unitatis Redintegratio: “el empeño por el restablecimiento de la
unión corresponde a la Iglesia entera, afecta tanto a los fieles como a los
pastores, a cada uno según su propio valor, ya en la vida cristiana, ya en las
investigaciones teológicas e históricas. Este interés manifiesta la unión
fraterna existente ya de alguna manera entre todos los cristianos, y conduce a
la plena y perfecta unidad, según la benevolencia de Dios.
El mismo Concilio promulgó la carta magna
del diálogo inter religioso, que es la declaración Nostra aetate sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones
no cristianas. Después del desarrollo postconciliar del ecumenismo inter
eclesial, en las últimas décadas se ha incrementado el ecumenismo inter
religioso. San Juan Pablo II lo impulsó decididamente por su acción y sus
enseñanzas pastorales: desde su visita a la Sinagoga de Roma y los encuentros
inter religiosos de Asís (1986, 1993 y 1996) a sus enseñanzas en la Redemptoris missio o la recepción del
líder islámico Alí Jamenei durante 1998, sin olvidar aquellos maravillosos
gestos de respeto religioso durante la visita jubilar a Jerusalén en 2000.
“Es necesario que los cristianos se estimen
y profundicen los signos de esperanza presentes en este último fin de siglo, a
pesar de las sombras que con frecuencia los esconden a nuestros ojos… en el
campo eclesial, una más atenta escucha de la voz del Espíritu a través de la
acogida de los carismas y la promoción del laicado, la intensa dedicación a la
causa de la unidad de los cristianos, el espacio abierto al diálogo con las
religiones y con la cultura contemporánea”
Es muy importante, no solo para las
religiones sino también para toda la humanidad, que todas las religiones ayuden
a hacer realidad esa convivencia en la paz y en la justicia. Tal como dijo el
Presidente del Consejo de Europa al abrir una jornada sobre las religiones y el
diálogo intercultural: “Las religiones están fundadas sobre la tolerancia, la
compasión y el respeto de la dignidad humana y tienen una gran función para
promover la comprensión entre las personas, la solidaridad y la cohesión
social”
Este es el sentido de los mensajes que el
Papa Benedicto XVI, continuador de la iniciativa inter religiosa de su
predecesor, ha enviado a los distintos encuentros encaminados a promover en el
mundo de hoy el llamado Espíritu de Asís. Por eso, Benedicto XVI no dudó en
promover un nuevo encuentro inter religioso en la ciudad de san Francisco,
conmemorativo del primer encuentro convocado por San Juan Pablo II, y ahora el
Papa Francisco sigue en la misma línea con la convocatoria ecuménica realizada
hoy.
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