"...Es
siempre sugestivo este momento de fe y devoto homenaje a María Santísima con
que concluye el mes de mayo, mes mariano" -expresó San Juan Pablo II en la Audiencia General del
31 de mayo de 2000-. En este acontecimiento -continuó San Juan Pablo II-, se
refleja una "Visitación" más profunda: la de Dios a su pueblo,
saludada por el júbilo del pequeño Juan, el mayor entre los nacidos de mujer
(cf. Mt 11, 11) ya desde el seno materno. Así, el mes mariano concluye bajo el
signo del "gaudium", segundo misterio "gozoso", es decir,
de la alegría, del júbilo..."
¡Dichosa Tú que
has creído!
Tú que has
creído con fe rebosante de alegría en la Anunciación, Visitación, Natividad,
Presentación en el Templo y Encuentro en el Templo.
Tú que has
creído con fe impregnada de dolor en toda la Pasión de Getsemaní, flagelación,
coronación de espinas, Via Crucis y al pie de la Cruz del calvario.
Tú que has
creído con la fe de una gloria incipiente en la glorificación de tu Hijo, en la
Resurrección, Ascensión y Pentecostés.
Tú, cuya fe se
cumplía en la Asunción.
¡Madre nuestra
adornada con la corona de la gloria celestial, ruega por nosotros!
(San Juan Pablo
II. Ángelus 14-octubre-1984) Fuente: El Camino de María
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